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El término impronta se refiere a una forma de aprendizaje en la que un animal muy joven fija su atención en el primer objeto que ve, escucha o toca y el movimiento que, a continuación, hace tras ese objeto; en la naturaleza, ese objeto normalmente es uno de los padres. Este término comenzó a ser utilizado con mayor énfasis por Lorenz Konrad en 1935 durante sus trabajos con crías de gansos.
Durante el proceso de impronta existe lo que se conoce como “período crítico de la impronta” que vendría a ser el tiempo en el que la cría, al carecer de experiencias previas, no teme a nada y esto le permite relacionarse favorablemente con todo lo que le rodee, que generalmente son su padres. Esto curre poco después de romper el cascarón (en el caso de las aves, por ejemplo), cuando las crías son lo suficientemente fuertes como para desplazarse, pero antes de adquirir un miedo intenso a lo desconocido. Si se retrasa la impronta, es decir, si no se aprovecha el periodo crítico, el animal temerá a todo lo que le resulte desconocido.
Ese periodo crítico más que hablar de un aprendizaje que se da o no se da, para Lorenz se trataba de un proceso permanente e irreversible, no se extingue una vez establecido. Aseguraba que el apego inicial formada por la impronta favorece la identificación dentro de la especie y que las preferencias sexuales del adulto provienen de dicho apego. Lorenz improntó gansos silvestres a su persona en el momento de romper el cascarón, y cuando alcanzaron la edad adulta, ignoraban a los miembros sexualmente receptivos de su especie, pero hacían avances sexuales a Lorenz. Pero los datos indican que la formación de un vínculo irreversible constituye la excepción, no la regla. La reversibilidad, con respecto a la sexualidad, de la impronta en las aves quizá sea porque esta es nidifuga, o sea, deja el nido poco después de romper el cascarón o nidicola, o sea, permanece en el nido un período largo. La especie que se queda más tiempo en el nido muestra un tipo de apego mas permanente al objeto improntado y en ocasiones manifiesta una preferencia sexual por él, más que por los miembros de su propia especie.
Esto de la impronta le abrió muchas puertas a la cetrería. Gran parte de las aves que manejan los cetreros actualmente están improntadas, las ventajas o desventajas de esto es algo que deberemos decidir cada uno teniendo en cuenta nuestros gustos y necesidades.
Durante el proceso de impronta existe lo que se conoce como “período crítico de la impronta” que vendría a ser el tiempo en el que la cría, al carecer de experiencias previas, no teme a nada y esto le permite relacionarse favorablemente con todo lo que le rodee, que generalmente son su padres. Esto curre poco después de romper el cascarón (en el caso de las aves, por ejemplo), cuando las crías son lo suficientemente fuertes como para desplazarse, pero antes de adquirir un miedo intenso a lo desconocido. Si se retrasa la impronta, es decir, si no se aprovecha el periodo crítico, el animal temerá a todo lo que le resulte desconocido.
Ese periodo crítico más que hablar de un aprendizaje que se da o no se da, para Lorenz se trataba de un proceso permanente e irreversible, no se extingue una vez establecido. Aseguraba que el apego inicial formada por la impronta favorece la identificación dentro de la especie y que las preferencias sexuales del adulto provienen de dicho apego. Lorenz improntó gansos silvestres a su persona en el momento de romper el cascarón, y cuando alcanzaron la edad adulta, ignoraban a los miembros sexualmente receptivos de su especie, pero hacían avances sexuales a Lorenz. Pero los datos indican que la formación de un vínculo irreversible constituye la excepción, no la regla. La reversibilidad, con respecto a la sexualidad, de la impronta en las aves quizá sea porque esta es nidifuga, o sea, deja el nido poco después de romper el cascarón o nidicola, o sea, permanece en el nido un período largo. La especie que se queda más tiempo en el nido muestra un tipo de apego mas permanente al objeto improntado y en ocasiones manifiesta una preferencia sexual por él, más que por los miembros de su propia especie.
Esto de la impronta le abrió muchas puertas a la cetrería. Gran parte de las aves que manejan los cetreros actualmente están improntadas, las ventajas o desventajas de esto es algo que deberemos decidir cada uno teniendo en cuenta nuestros gustos y necesidades.
