Buche ácido – Quisiera que todos los cetreros se volvieran conscientes de la situación del “buche ácido”. Si el alimento ha pasado del buche al proventrículo (estómago glandular), los ácidos gástricos actuarán sobre éste, ayudando a su digestión al tiempo que evitando cualquier proliferación de bacterias en el alimento. Si, por el contrario, el alimento permanece en el buche, ya no está en su refrigerador, mantenido fresco y seguro. Se encuentra a la temperatura corporal (40 a 41°C), y no hay todavía ningún ácido que elimine a las bacterias. En breve, el alimento se altera muy rápidamente, causando la proliferación de toxinas (venenos bacterianos) que matan al ave rápidamente. Si su ave vacía lentamente el buche, un pequeño volumen (0.5% del peso del ave, es decir, 5 ml. por 1 kg. de peso) de suero salino deberá ser dado por vía oral. Normalmente esto hará que el buche se vacíe rápidamente. Si no sucede, y el ave no vacía el buche por sí misma, entonces el alimento debe ser extraído “ordeñándolo” hacia fuera del buche, hacia el pico. Este procedimiento puede ser riesgoso, pues cualquier líquido presente puede penetrar a la tráquea causando una neumonía fatal. Cualesquiera sea el resultado, el ave necesitará cuidado veterinario y antibióticos.
Prevención del buche ácido – En ciertas ocasiones esta condición es especialmente común. Será más difícil vaciar el buche a cualquier ave fuera de condición, estresada, con bajo peso, sometida a frío o congelamiento, o con un buche excesivamente lleno. Esto ocurre en particular cuando un ave es introducida por primera vez a la caza. El cetrero ha tenido que bajarla de peso, tal vez un poco en exceso por comodidad, para forzar al ave al lance. Habiendo hecho su primer acuchillada exitosa, el cetrero está tan orgulloso que premia al ave permitiéndole una cebadura completa. Sin embargo, el ave en bajo peso tiene mucha hambre, y tanto el ave como el cetrero están felices, así que éste permite a aquella llenarse a tope. El único problema es que, con demasiada frecuencia, demasiado a tope. La consecuencia es un “buche ácido”. Nunca permita a su ave llenar el buche en exceso. No es saludable.
Prevención del buche ácido – En ciertas ocasiones esta condición es especialmente común. Será más difícil vaciar el buche a cualquier ave fuera de condición, estresada, con bajo peso, sometida a frío o congelamiento, o con un buche excesivamente lleno. Esto ocurre en particular cuando un ave es introducida por primera vez a la caza. El cetrero ha tenido que bajarla de peso, tal vez un poco en exceso por comodidad, para forzar al ave al lance. Habiendo hecho su primer acuchillada exitosa, el cetrero está tan orgulloso que premia al ave permitiéndole una cebadura completa. Sin embargo, el ave en bajo peso tiene mucha hambre, y tanto el ave como el cetrero están felices, así que éste permite a aquella llenarse a tope. El único problema es que, con demasiada frecuencia, demasiado a tope. La consecuencia es un “buche ácido”. Nunca permita a su ave llenar el buche en exceso. No es saludable.