La cetrería es el arte de cazar con aves rapaces, especialmente con halcones, azores y otras aves de presa para la captura de especies de volatería o de tierra. Biológicamente se trata de una simbiosis (entre hombre y animal) en que ambas especies se benefician. Uno de sus mayores expertos mundiales, Félix Rodríguez de la Fuente, la definió como "la primera vez en que el hombre no sometió al animal al yugo y al látigo".
El humano captura, liga el ave al propio hombre por reflejos condicionados, y entrena al ave en la caza y en la fidelidad. Su pájaro captura aves-presa y cuadrúpedos generalmente pequeños o medianos (conejos, liebres... hasta lobos con águilas).
La cetrería fue una práctica muy extendida en la Edad Media, ligada a la nobleza y a los potentados, que tenían desde los más codiciados azores y halcones, a diminutos esmerejones (clero) y gavilanes (nobleza femenina).
Los orígenes de la cetrería son muy antiguos .
Es posible que se haya descubierto en China, ya que existen muchas referencias sobre la práctica de la cetrería antes de Cristo en diversos textos chinos y japoneses.
Algunas de las representaciones que se hacen pasar como de cetrería, tan sólo lo son de lo que entre los romanos se llama aucupio (captura de pájaros, chuchería, pajaritería).
Parece que a Europa occidental llegó de mano de las invasiones godas.
El primer testimonio gráfico, datado en el siglo V d. C., se encuentra en los mosaicos de la Villa del Halconero en Argos (Grecia).
Posteriormente se mencionará en las leyes de los pueblos germánicos que poco a poco fueron traspasando las fronteras del Imperio de Roma y se asentaron al sur de los ríos Rín y Danubio.
En Europa la época dorada de esta arte y afición fue la Edad Media. Se puede decir que más o menos desde el siglo VI hasta el siglo XVI, en el que se practicaba la caza con halcones y azores, disfrutó de su mayor auge y difusión.
Esta técnica venatoria perdió terreno frente a las novedosas armas de fuego y, también, a causa de lo costoso que era mantener un buen equipo de halcones y halconeros, pues la cetrería, por lo general, fue una práctica reservada para reyes y grandes señores, aunque no había ninguna ley que se la prohibiera al pueblo llano, pero para obtener comida había métodos más efectivos y seguros.
Hoy es un deporte que en el mundo occidental se practica con aves de presa criadas en cautividad, lo cual no supone ningún peligro para las aves salvajes. Sin embargo, aún hay zonas remotas en las que se siguen capturando aves silvestres.
El humano captura, liga el ave al propio hombre por reflejos condicionados, y entrena al ave en la caza y en la fidelidad. Su pájaro captura aves-presa y cuadrúpedos generalmente pequeños o medianos (conejos, liebres... hasta lobos con águilas).
La cetrería fue una práctica muy extendida en la Edad Media, ligada a la nobleza y a los potentados, que tenían desde los más codiciados azores y halcones, a diminutos esmerejones (clero) y gavilanes (nobleza femenina).
Los orígenes de la cetrería son muy antiguos .
Es posible que se haya descubierto en China, ya que existen muchas referencias sobre la práctica de la cetrería antes de Cristo en diversos textos chinos y japoneses.
Algunas de las representaciones que se hacen pasar como de cetrería, tan sólo lo son de lo que entre los romanos se llama aucupio (captura de pájaros, chuchería, pajaritería).
Parece que a Europa occidental llegó de mano de las invasiones godas.
El primer testimonio gráfico, datado en el siglo V d. C., se encuentra en los mosaicos de la Villa del Halconero en Argos (Grecia).
Posteriormente se mencionará en las leyes de los pueblos germánicos que poco a poco fueron traspasando las fronteras del Imperio de Roma y se asentaron al sur de los ríos Rín y Danubio.
En Europa la época dorada de esta arte y afición fue la Edad Media. Se puede decir que más o menos desde el siglo VI hasta el siglo XVI, en el que se practicaba la caza con halcones y azores, disfrutó de su mayor auge y difusión.
Esta técnica venatoria perdió terreno frente a las novedosas armas de fuego y, también, a causa de lo costoso que era mantener un buen equipo de halcones y halconeros, pues la cetrería, por lo general, fue una práctica reservada para reyes y grandes señores, aunque no había ninguna ley que se la prohibiera al pueblo llano, pero para obtener comida había métodos más efectivos y seguros.
Hoy es un deporte que en el mundo occidental se practica con aves de presa criadas en cautividad, lo cual no supone ningún peligro para las aves salvajes. Sin embargo, aún hay zonas remotas en las que se siguen capturando aves silvestres.